Picante e intenso un plato con historia y sabor que invita a
probar un pedacito de La Paz
Mucho más que sabor… la
esencia de una ciudad
El fricasé, que viene de dos verbos franceses frire 'freír' y casser 'romper, envuelve a quien lo degusta en una fiesta de sabores, como es el Gran Poder y pasa por la diversidad de los trozos de cerdo ordenados en tu plato como la singular topografía del Iliimani, dejando sus montañas bañadas con deliciosos trozos de cebolla. El ají amarillo, te desplaza a las históricas calles de lucha paceña, con atardeceres incansables, para luego relajar el paladar con el maíz blanco y el orégano de cultura en la calle Jaén, evocando a Jaime Sáenz o a Franz Tamayo quienes como buenos paceños se perdían en esta intensidad de sabores.
Quien
no ha probado el sabor cosmopolita de esta ciudad, se pierde aun la capacidad
de enamorarse y reenamorarse de ella cuantas veces la pruebe. Pues La Paz, así
como su plato típico, el fricase, tiene la capacidad de “revivir muertos”, como
bien lo afirman muchos de sus fieles “caseros”.
Receta del fricasé
Receta del fricasé
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